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4 inspiradoras historias para nunca rendirse y seguir adelante

Independientemente de lo que otras personas piensan, si tienes una idea en la que realmente crees, no renuncies a ella sólo porque los otros lo dicen. La gente es lenta para aceptar el cambio y las nuevas ideas a menudo pueden parecer estúpidas o irrazonable. Sin embargo, si no fuera por la gente que dio los primeros saltos y continuó trabajando para hacer que sus ideas sucedieran, no podríamos disfrutar de los muchos lujos que tenemos hoy.

A continuación 4 historias para nunca rendirse que te ayudarán a perseguir tus sueños, metas e ideas.

1. Thomas Edison y la bombilla

  Los maestros decían que Edison era demasiado estúpido para aprender. De hecho, fue despedido de sus dos primeros trabajos, porque sus jefes sintieron que era improductivo. A lo largo de su vida, sus compañeros creían que nunca lograría ser alguien. Cuando intentó inventar la bombilla, fracasó 1.000 veces. Sin embargo, no los consideró como fracasos. A través de la motivación y dedicación, fue capaz de inventar la bombilla con 1.000 pasos.

2. Winston Churchill y convertirse en el primer ministro de Gran Bretaña

Como Edison, Churchill tuvo dificultades cuando era niño durante sus años escolares. Después de decidir convertirse en un político, fue derrotado en todas las elecciones para cargos públicos, hasta que se convirtió en el primer ministro a la edad de 62 años. ¿Qué dice Churchill sobre el fracaso?

“Nunca cedas; nunca, nunca, nunca en nada que sea ni grande ni pequeño, ni extenso ni corto. Nunca cedas excepto cuando atentes contra el honor y el sentido común. Nunca cedas ante una fuerza mayor; nunca cedas ante algo tan sobrecogedor como el enemigo”

3. Howard Schultz y Starbucks

Starbucks se ha convertido en un nombre familiar en Norteamérica, y en todo el mundo. ¿Quién es el hombre detrás de todo? Howard Schultz. En la década de 1980, Schultz notó la tendencia de la cafetería en Europa y quiso llevar la idea a Norteamérica. Sin embargo, el concepto era tan extraño en el momento que la gente no podía percibir la idea de servir café en vasos de papel sobre el mostrador, cuando se podía preparar en casa. El negocio del café en ese momento se ocupaba principalmente de vender café tostado para elaboración casera. Para dar vida a su nueva idea, necesitaba 1,6 millones de dólares. Schultz se reunió con numerosos inversores potenciales, pero  las conversaciones se cerraron 242 veces antes de que alguien le diera una oportunidad. Sin su persistencia, confianza en sí mismo y la firme creencia que tenía en sus propias ideas, no sería tan grande hoy.

4. Walt Disney

Despedido de uno de sus primeros trabajos en un periódico por falta de creatividad y no tener buenas ideas, el imperio de Walt Disney no fue fácil. Disney enfrentó el ridículo, el rechazo y la bancarrota antes de que lograra crear todos los personajes infantiles con los que crecimos. Se arriesgó y creyó en sí mismo y en su trabajo. Nunca renunció a Mickey Mouse y nunca se dio por vencido en Disneylandia. Cuando propuso por primera vez su idea de un nuevo parque temático, la ciudad de Anaheim rechazó su idea porque sentía que el concepto era barato y que sólo atraería a personas de bajo nivel social. ¿Qué te parece ahora? El año pasado, The Walt Disney Company recaudó 42.200 millones de dólares en ingresos.