
En un mundo donde las fronteras físicas y virtuales cada vez son más angostas hablar sobre las características generacionales se vuelve algo complejo, aún más cuando nos acercamos a ese futuro “ficticio” de películas y libros publicados hace décadas.
No obstante, si podemos hablar de la generación disruptiva, la que cambió paradigmas y es la frontera entre el pasado y presente. Ellos son los Millennials, aquellos que trajeron consigo la transformación digital, mejoraron el servicio al cliente, obligaron a las marcas a pensar en la experiencia y la personalización. Esta fue la generación que se tomó el mundo y motivó a las generaciones anteriores (nacidos entre los años 50, 60 y 70) a ser migrantes digitales
¿Por qué ya no hablamo de los millenials?
Suficiente protagonismo tuvo la generación de los nacidos entre 1980 y 1995, según algunos autores. Hoy los expertos ponen sus ojos, teorías o estrategias en los nacidos en la World Wide Web, los nativos digitales o aquellos que se adaptaron a edades muy tempranas a la tecnología. Ellos son la Generación Z o centennial, los autodidactas, creativos, multimedia y en que en algunos casos traen el “chip” de responsabilidad social y ambiental.
Esta generación no tiene fechas exactas que la congreguen, no obstante, se habla de los nacidos entre 1994 hasta mediados del 2010, las características generales que les atribuye son: la autonomía laboral, uso masivo de las redes sociales, interesados más por el contenido de imagen, acostumbrados a la inmediatez y son más conscientes del uso de internet.
¿Por qué son los emprendedores del mañana?
Si bien es cierto que fueron los mileniales los que dieron pasos agigantados para crear sus propias empresas, se estima que la generación Z ya trae consigo un gen emprendedor o innovador que le permite ver esto como una viable opción de vida para desarrollar, sus hobbies o pasiones.
Esto tiene que ver con el trabajo de los gobiernos para fomentar el emprendimiento, también influye el modelo educativo que ha implantado en sus visiones la formación de empresarios. Por otro lado, está el papel de la tecnología, como se ha dicho antes, porque esta es una generación autodidacta que sabe que “todo” se puede encontrar en Google y que un tutorial puede ser suficiente para comprender un tema.
Millennials y Centennials son las generaciones del emprendimiento y la innovación tangible, son los que se ponen manos a la obra y por ello cada día son más los jóvenes empresarios que dinamizan la economía con propuestas de valor.
ROSSNAIRA MARTÍNEZ
Se dice que las universidades no están capacitadas para formar a los emprendedores del futuro.
Cada uno en su casa y la nube en la de todos
La generalización de la nube y el gran impulso que está experimentando el software libre y la movilidad hacen prever nuevas organizaciones empresariales que carecerán de base física, en las que desde los coordinadores hasta los trabajadores podrán desarrollar su labor desde sus casas y desde cualquier punto del planeta a través de una conexión a Internet. Esto hace pensar en estructuras mucho más abiertas, flexibles y horizontales. Lo que veremos será un incremento del workhome agrupado en estructuras más amplias a modo de empresas.
Adiós a la nómina, hola a la relación mercantil
La crisis ha empujado a muchos profesionales muy cualificados al autoempleo muy focalizado en el conocimiento técnico. Es lo que Sergio Bernués, director de Marketing de Pymes Consultores, denomina “el profesional ambulante”. En línea con esa deslocalización y liberalización de los trabajadores, se tenderá más a pagar por resultados y objetivos que a tener sueldos fijos.
Detrás de este concepto y del “nomadismo” del profesional está la creciente externalización de los servicios, pero ya no tanto enfocado a contratar a empresas sino a trabajadores individuales, de manera que es previsible con el incremento del desempleo se desarrollen más las relaciones mercantiles frente a las tradicionales laborales. La figura del trade (autónomo económicamente dependiente) experimentará una gran expansión.
Las nuevas profesiones 2.0
Ya en los últimos tiempos hemos visto el surgimiento de profesiones vinculadas específicamente al mundo online, como es el caso del community manager, pero veremos más puestos relacionados con la confluencia de ambas tecnologías, como el de director de Marketing online. Paralelamente, la búsqueda y selección de personal estará muy ligada a Internet y aquí las redes sociales pueden ser un impulsor o un freno.
Esto ya está obligando a trabajar y cuidar mucho la imagen y la marca personal en la Red. Hace un tiempo alertábamos sobre el peligro de las redes sociales en este sentido, pero ahora y en los años venideros, será una herramienta más en la selección de personal.
Precio escalable y personalizado
La competitividad y el estancamiento del consumo obligan a agudizar el ingenio para atraer al consumidor. La solución pasa por establecer “precios básicos que van incrementándose en función de los extras que se apliquen. Se trata de poner en marcha una gestión personalizada orientada a satisfacer las necesidades de cada cliente”, afirma el experto Sergio Bernués.
Algo que está estrechamente relacionado con la polarización en dos segmentos: los buscachollos y los convenience, en terminología de Philip Daus, director de Simon-Kutcher & Partners. A unos y otros hay que darles respuesta. Pero mientras en los primeros primará la adaptación del producto a su capacidad adquisitiva, en los segundos será necesario adaptar la oferta a sus preferencias. Daus va más allá, sugiriendo que podremos llegar a desarrollar “sistemas de códigos de barras de un mismo producto diferenciados según el tipo de cliente”
De AIDA a ADIA
En el proceso de ventas tradicional siempre ha imperado el método AIDA (Atención, Interés, Deseo y Acción), pero tal y como se conoce tradicionalmente este proceso tiene la forma de pirámide normal, donde el vértice corresponde a la Atención y la base, la parte más grande, a la Acción.
En opinión del experto David González, la tendencia será invertir la pirámide, la base se destinará a captar la atención y a despertar el interés, para que “la acción corresponda al cliente: que sea el propio consumidor el que compra y no el vendedor quien venda”.
Conectividad desde cualquier punto y superficie
Para dentro de muy pocos años se calcula que la gente accederá a Internet igual por el móvil que desde cualquier portátil o PC”, señala el experto en tecnología Rafael Achaerandio. Esta conectividad desde cualquier punto abarca también a los televisores.
Dentro de esta corriente, hay que incluir las perspectivas que se abren con los cristales y cerámicas inteligentes y con los dispositivos que proyectan el contenido del portátil sobre cualquier superficie convirtiéndola en un monitor táctil. Permiten la interconectividad entre cualquier dispositivo, la televisión en 3D, son fotosensibles y ofrecen la opción de interactuar con el móvil o con Internet desde cualquier parte de la casa.
Auge de lo social media
Va a haber mucho crecimiento basado en social media, aunque eso no se traducirá necesariamente en la utilización de las redes sociales como plataformas empresariales. “Se calcula que sólo el 10% de los usuarios llega a las páginas de la marca. Las redes son una herramienta de socialización, no un espacio de compra”, comenta Boronat.
Ahora bien, sí seguirán teniendo mucha fuerza como redes de comunicación y recomendaciones entre usuarios. Una de las tendencias relacionadas con las redes es el desarrollo de aplicaciones que nos permitirán conocer de forma instantánea si el hotel que miras en una página ha sido recomendado por alguien de tu red de contactos o si el libro que quieres comprar lo ha leído ya algún seguidor o amigo. Se va a extender a todos los modelos de negocio e incluso podremos verlo al entrar en las tiendas con las pantallas inteligentes.
Sin billetes ni monedas
Cada vez está más cerca el pago por móvil. Es la tendencia que el Observatorio de tendencias Trendwatching denomina cash-less. Es cierto que es una corriente que hemos comentado repetitivamente en estos últimos años y no acaba de llegar a nuestras fronteras, pero sí parece que por fin se convertirá en una realidad en los próximos años, porque “cada vez son más las empresas que apuestan por desarrollar las tecnologías que permiten hacer pagos por móvil. A ello hay que unir la masiva implantación de los smartphones que ya llevan incorporadas estas aplicaciones. En dos o tres años las tarjetas de plástico empezarán a desaparecer y tendrá que haber una necesaria renovación de las TPV en las tiendas”, defiende el emprendedor David Boronat.
Lo cierto es que es una realidad en Japón y que Google, Mastercard, Apple o Pay Pal han empezado a colaborar para desarrollar a fondo las tecnologías que permiten estos pagos.
Consumidor inteligente y comprometido
En línea con lo anterior, y como reconoce Philip Daus, “con el aumento de la tecnología en nuestras vidas, llegaremos a un punto en el que el consumidor sabrá más que el propio comercial, será un consumidor inteligente que puede encontrar en Internet, y de forma casi instantánea, todo lo relacionado con el producto que está buscando”.
A ello hay que unir al consumidor indignado y comprometido. Las redes sociales, y especialmente Twitter, llevaron el movimiento indignado a todos los rincones, extendiendo el compromiso y las exigencias éticas a las marcas y a las conductas empresariales. Se trata de un consumidor comprometido con el medio ambiente, la política, la ética y lo traslada a sus twits y sus muros. En ese sentido, las marcas los tienen que tener en cuenta.