
Hay pocas cosas más importantes que rodearse de personas que te respalden cuando los tiempos son difíciles o que te animen en tus éxitos. Estos motivadores lo levantan cuando ha sido derribado, señalan todas las grandes cosas que ha logrado cuando no pensaba que podría y lo ayudan a mantener la vista en el logro de sus metas. Pero, no importa cuántos motivadores externos tengas en tu vida, en algún momento estarás solo, solo tú y tus pensamientos. ¿Qué pasa entonces?
Cada fracaso, decepción o revés en la vida tiene el poder de derribarte. Sin embargo, también tienen el poder de volver a construirte más fuerte, más sabio y más inteligente que nunca. No es el evento lo que importa; es cómo lo manejas internamente. Específicamente, es cómo te hablas a ti mismo cuando no hay nadie más alrededor.
Aquí hay 5 pasos para mejorar tu juego de diálogo interno y darte la motivación y la perseverancia que necesitas, en cualquier momento que las necesites.
Escucha a escondidas tus pensamientos
Antes de que pueda mejorar su diálogo interno, primero debe averiguar qué se está diciendo actualmente en su mente. Todos estamos en constante conversación con nosotros mismos, pero gran parte de ella tiene lugar inconscientemente: contenido reciclado o habitual que nos hemos dicho a nosotros mismos año tras año. Escucha a escondidas tus propios pensamientos por un rato. No intentes cambiar la conversación todavía; deja que se desarrolle como si simplemente estuvieras sentado en un banco del parque y observando las palomas. La conciencia es clave para cualquier cambio deseado.
Limpia las cintas viejas
Ahora, mientras escucha más de cerca y discierne las diferentes voces, frases y creencias, búsquelas hasta su origen. Probablemente te darás cuenta de que muchas de las palabras o sentimientos no son tuyos, sino que pertenecen a tus padres, amigos, antiguos maestros, mentores o adversarios del pasado. Estas voces y personas se han instalado en su mente sin su permiso (ya menudo sin su conocimiento). Ahora es el momento de empezar a mostrar algunas de estas voces la puerta. No necesitas seguir repitiendo los comentarios cortantes del tío John sobre tu potencial. Tampoco necesita que los temores de su familia se superpongan a usted y lo detengan.
Ahora es tu momento. No eres la persona de tu pasado; no eres una muñeca rusa en un montón de muñecas rusas obligada a llevar contigo los miedos y las dudas de la familia. Usted es su propia persona, con sus potenciales, metas y sueños individuales. Reclame su derecho a su viaje individual.
Hazte amigo de tus emociones
Mientras escucha, el ruido blanco constante de la charla pronto podría diferenciarse, y detectará las diversas voces de miedo, ira, celos, incertidumbre u otras emociones subyacentes. No siempre es fácil aceptar que todas estas emociones nos pertenecen, pero las emociones son las que nos definen como seres humanos. Si se canalizan adecuadamente, pueden desempeñar su verdadero papel como mensajeros, ayudándonos a ser más fuertes, más inteligentes e incluso mostrándonos el camino a seguir.
Estos son algunos ejemplos de cómo puede empezar a dialogar con sus emociones:
“Escucho tus preocupaciones, Miedo, pero esto es bueno para nuestro crecimiento. Cinturón de seguridad.»
“Envidia, gracias por mostrarme lo que más quiero. Ahora, voy tras eso”.
“Sé que el último discurso no salió como esperabas, Culpa, pero esta vez estamos mejor preparados”.
“Cada rechazo es un recordatorio de que estás en el juego, ¡Qué vergüenza!”
“Sé consciente de tu diálogo interno. Es una conversación con el universo”. –David James
Háblate a ti mismo como hablarías con los demás
¿Cuál es su respuesta inicial cuando envía un correo electrónico pero rápidamente se da cuenta de que olvidó el archivo adjunto? ¿Te castigas por eso o te ríes, abordas el error y sigues adelante? Además, ¿cuánto tiempo repites o repites los errores o pasos en falso en tu mente?
Lo más probable es que seas más duro contigo mismo de lo que serías con cualquier otra persona. Observe la diferencia entre cómo se habla a sí mismo cuando comete un error y cómo habla con los demás por cometer errores similares. A continuación, considere lo que le diría a otra persona en la misma situación. ¿Cómo los potenciarías? ¿Qué podría decir para alentarlos a reenfocarse? Luego, esfuérzate por ofrecerte a ti mismo el mismo consejo sabio, envuelto en amabilidad, paciencia y comprensión.
Intenta hablar contigo mismo en tercera persona.
Ahora que ha limpiado su mente y se ha comprometido a practicar más bondad hacia usted mismo, es hora de comenzar a hablar. ¿Pero cómo?
La mayoría de nosotros tendemos a hablarnos a nosotros mismos en un lenguaje de «yo». Sin embargo, un estudio sobre el diálogo interno muestra que funciona mejor usar la tercera persona. Según este estudio, cuando usamos el lenguaje «yo», tiende a inclinarse negativamente, a pesar de nuestros mejores esfuerzos. Por ejemplo, podríamos decir: «No sé si puedo hacer esto». Cuando, en cambio, hablamos en tercera persona, naturalmente suena más positivo, como: «Mary, has hecho esto mil veces antes, ¡lo tienes!»
Todos necesitamos rodearnos de personas que puedan ayudarnos a recuperarnos cuando estamos deprimidos. Pero la persona más importante para hacer este trabajo eres tú. Para mejorar su juego de diálogo interno, comience a escuchar, borre cualquier cinta vieja, hágase amigo de sus emociones, hable consigo mismo como lo haría con cualquier otra persona, ¡e intente usar la tercera persona! Estos pequeños cambios pueden ser todo lo que necesita para poner el diálogo interno exitoso en la parte superior de su caja de herramientas motivacionales.
¡Feliz conversación!