
Si no te iba bien en el colegio, probablemente lograrás grandes cosas.Seguramente alguna vez tus padres te castigaron por haber reprobado una materia o te dieron la famosa plática de «tu única responsabilidad es estudiar», con el objetivo de que intentaras subir tus calificaciones y ser un buen alumno.
Pero, ¿en verdad tenían la razón?
Puede que exigir buenas calificaciones enseñe valores como responsabilidad y esfuerzo, sin embargo, esto no posee una relación directa con el éxito que tendrá el estudiante a futuro. De acuerdo a una investigación llevada a cabo por Tom Corley, un contador y financiero que estudia a los individuos con gran poder adquisitivo, las buenas calificaciones NO garantizan el éxito profesional.
Corley encuestó a 233 personas con un alto ingreso o que lograron hacerse millonarios por sus propios medios. La mayoría no se graduó con honores ni con altas calificaciones. De acuerdo al estudio, el 41% eran estudiantes con un promedio «B» y un 29% tenía un promedio «C». Solo el 21% contaba con calificaciones «A».
Además, un poco más del 60% de los participantes aseguró haber aprendido sus habilidades de mentores y de sus padres, mientras que un 90% confesó que leer frecuentemente también jugó un papel fundamental para mejorar. Otros estudios han comprobado que felicitar a un estudiante por sus calificaciones y no por su esfuerzo puede traer consigo un déficit en cuando al progreso académico. Ellos deben ser recompensados por las ganas que le pusieron a sus estudios y no por el número que aparece en las cartillas finales.
«No siempre las personas que comenzaron siendo las más inteligentes terminan siendo las más inteligentes», aseguró la psicóloga social Carol Dweck.