
Tú eres quien eres. Sí, naciste con una serie de cualidades y características que te han llevado a ser quien eres hoy. Y gracias a eso eres quien eres hoy, una mezcla de culturas, experiencias, amigos, viajes, aprendizajes, estudios, trabajos, ideas, sueños y un sin fin de otras cosas más. Eres quien eres pues eso ha sido el resultado de tu crecimiento y de tu evolución como persona, como ser.
recomendado: 5 hábitos para desarrollar la creencia en ti mismo
En ese transitar te has tenido que reinventar, estudiando algo nuevo, cambiando de carrera, profesión o a veces de rumbo o de país. Trabajos y proyectos nuevos, algunos que no han terminado como anticipábamos. Y de eso seguimos aprendiendo, de nuestros errores y desaciertos, de nuestras caídas y fallas. Y de eso está hecha la vida, de vivirla intensamente con energía y entusiasmo y de seguir aprendiendo.
En ese camino recibimos los hábitos que nos crearon o enseñaron nuestros padres. Algunos cambiaron con los años: los hicimos nuestros, los modificamos o los desechamos. Otros los fuimos aprendiendo en el camino. Ya para cuando tenemos 20 años se nos dice que todos nuestros hábitos están formados. ¿Será cierto eso? No estoy tan seguro pues nuestros hábitos siguen cambiando, evolucionando. Para bien o para mejor, vamos corrigiendo cosas que no nos gustan en nuestra vida. Por salud o apariencia, muchos ya hoy comemos diferente (a veces mejor) de cómo lo hacíamos antes; otros tienen una rutina de ejercicios que hace tan solo pocos años no los teníamos. Y eso va cambiando nuestros hábitos. Lo que pensamos es lo que llegamos a ser. Lo que somos nos hace pensar y atraer a la gente que nos rodea. Y, ¿qué tiene que ver los hábitos en todo esto? Se ha dicho que los hábitos nos forman a nosotros; otros dicen que nosotros formamos nuestros hábitos. De la forma que sea nos damos cuenta que los hábitos somos nosotros y eso es lo que nos hace ser quien somos.
Nuestra meta para este año debe ser mejorar los hábitos que tenemos. No que los cambiemos, pero sí que los mejoremos en lo que se puedan mejorar: leer y ejercitar más, alimentarnos mejor, pensar diferente, crear nuevas ideas. Lo que piensa nuestra mente es el promedio de lo que piensan las cinco personas más cercanas a nosotros. Te pregunto, ¿con qué estás alimentando y ejercitando tu mente?
recomendado: 3 hábitos que salvaron mi vida cuando lo perdí todo
Nosotros creamos los hábitos que nos hacen ser diferentes a la mayoría, que nos hacen crecer y desarrollarnos, que nos hacen pensar y reflexionar. Y es gracias a todo eso que llegamos a ser quienes somos hoy. Y somos los que vamos creando el futuro. Y es cierto, la gente con mejores hábitos crea el futuro.
Nos corresponde entonces desarrollar los hábitos que nos permitan crear ese futuro que buscamos, que anhelamos, que queremos. Ese que queremos para nosotros y nuestros hijos. Y allí nos tocará desarrollar esos buenos hábitos también en nuestros hijos. Hagámoslo bien; no nos queda de otra forma. Trabajemos en los hábitos que tenemos que desarrollar y comencemos a crear con buenos hábitos lo que queremos alcanzar.