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La tarea que hará milagros en tu vida — Jim Rohn

Dos mil años atrás, un 15 de Abril, uno de los discípulos de Jesús se le acercó y le dijo que era el día del pago de los impuestos (el 15 de Abril se tienen que pagar los impuestos en USA – por eso deduje que debió ser un 15 de abril), pero que no tenían con que pagarlos. Respondiéndole a su discípulo Jesús contestó «no hay problema».

Preguntémonos porque dijo eso? Bien, es sabido que Jesús hacía muchos milagros y si le presenta un problema a un hacedor de milagros muy posiblemente recibirá la misma respuesta «no hay problema».

Deberías frecuentar personas como estas. Yo pertenezco a ese pequeño grupo y hacemos negocios alrededor del mundo. Estas personas son todas “fabricantes de milagros”. Que grupo tan increíble. Si le presentas un problema a cualquiera de ellos, te puedo asegurar que te dirán «no hay problema».

Cuantos libros creen que leerán para resolver el problema? Tantos como sea necesario. Si requieren hacer consultas – cuantas consultas creen que harán? Tantas como sea necesario. Que tan temprano creen que se despertarán en la mañana? Tan temprano como sea necesario. «No hay problema»…

Deberías frecuentar personas como estas; no te puedes imaginar el placer de trabajar con estos fabricantes de milagros, personas que harían lo que fuera necesario para lograr solucionar el problema y hacer milagros.

Cuando a Jesús se le preguntó por el pago de impuestos el dijo «no hay problema». De hecho, el dijo que sería fácil pagarlos – le dijo a su discípulo que simplemente saliera a pescar. En realidad no podría haberlo hecho más fácil, especialmente para este discípulo de nombre Pedro, porque Pedro era un pescador.

Mírelo así, si sabes pescar y necesitas pescar y no sales a pescar – entonces esa es la causa de que no le sucedan milagros. Jesús le dijo a su discípulo que saliera a pescar y que se fijara en la boca del primer pez que pescara. Pedro accedió ya que estaba acostumbrado a que sucedieran cosas extrañas.

Bien, en el primer pez que capturó Pedro, buscó en su boca y encontró monedas. Pedro contó las monedas y sumaban exactamente lo que necesitaba parta pagar sus impuestos y los de Jesús.

«Guau!», podrías decir, «Esto es un milagro!» y porque se dice que es un milagro – simplemente porque no llegamos a entender como es que ocurrió. Eso es todo. No significa que no podía suceder, si?

Veamos este milagro. Dios te dice que si tu plantas una semilla, yo haré crecer un árbol. Guau, ustedes no podrían conseguir un mejor acuerdo que este. A Dios le toca la parte difícil del trato. Que pasaría si tuvieras que hacer crecer el árbol? Esto te tomaría un gran esfuerzo tratando de imaginarse como hacer para lograrlo.

Dios te dice, «No, déjame la parte milagrosa a mí. Yo tengo la semilla, la tierra, el sol, la lluvia y las estaciones. Yo soy Dios y todos estos milagros son cosa fácil para mí. Yo he dejado algo muy especial para ti y es plantar la semilla».

He observado en la vida que si quieres un milagro, primero tienes que hacer lo que te corresponde – si es sembrar, entonces siembra; si es leer, entonces lea; si es cambiar, entonces cambia; si es estudiar, entonces estudia; si es trabajar, entonces trabaja; haz lo que te corresponde hacer. Entonces estarás bien encaminado en la tarea que te hará lograr milagros.

Extraído del libro: The secret of success