Saltar al contenido

Las habilidades que los niños tienen a los 5 años determinan qué tan exitosos serán, y no tiene nada que ver con la lectura o la escritura

  • Estudios muestran que los niños con la mayor competencia social y emocional en el jardín de infantes tenían más probabilidades de ver el éxito más adelante en la vida. 
  • Por cada aumento de un punto en sus puntajes de competencia social, tenían el doble de probabilidades de obtener títulos universitarios.
  • Algunas estrategias para enseñar a los niños las habilidades sociales y emocionales incluyen etiquetar sus sentimientos y hacer que la empatía se enfrente.

Es difícil creer que lo que su hijo sepa a los cinco años pueda influir en sus futuras posibilidades de éxito. Pero eso es exactamente lo que encontró un estudio en 2015 en el  «American Journal of Public Health» .

Pero los investigadores descubrieron que las habilidades que predicen el éxito futuro no tenían nada que ver con la lectura o la escritura. En cambio, dicen que las habilidades sociales y emocionales de tu hijo son las que determinan la probabilidad de que tu hijo vaya a la universidad en lugar de terminar en la cárcel.

Resultado de imagen para five year child

Lo que la investigación encontró

Investigadores de Penn State y la Universidad de Duke entrevistaron a maestros de kínder sobre la competencia social y emocional de los niños. Los maestros intervinieron sobre lo bien que los niños compartieron, escucharon a los demás, resolvieron problemas con sus compañeros y fueron útiles.

Luego, los investigadores siguieron a los niños una vez que se convirtieron en adultos jóvenes para ver qué les sucedía. Descubrieron que a los niños con los puntajes de competencia social y emocional más altos en el jardín de niños les fue mejor en general.

Por cada aumento de un punto en los puntajes de competencia social de los niños en el jardín de infantes, tenían el doble de posibilidades de obtener títulos universitarios. También tenían más probabilidades de tener trabajos a tiempo completo a los 25 años.

Pero los niños que tenían problemas para cooperar, escuchar y resolver conflictos tenían menos probabilidades de terminar la escuela secundaria, y mucho menos la universidad. Era más probable que tuvieran problemas legales y problemas de abuso de sustancias.

Por cada disminución de un punto en la competencia social a los 5 años, un niño tenía un 67% más de probabilidades de ser arrestado en la adultez temprana. Una disminución de un punto también significaba que un niño tenía una tasa de consumo excesivo de alcohol 52% más alta y una probabilidad 82% mayor de vivir en viviendas públicas (o al menos estar en la lista de espera).

Resultado de imagen para five year child

Las habilidades sociales y emocionales se pueden enseñar

Con toda la evidencia que respalda la importancia de las habilidades sociales y emocionales, ¿no es increíble pensar que todavía invertimos la mayor parte de nuestros recursos en la enseñanza de las habilidades académicas de los niños? Desde música de Baby Einstein hasta tarjetas de memoria para niños pequeños, hay toneladas de productos en el mercado que prometen ayudar a que sus hijos tengan éxito.

Pero ninguno de esos productos realmente ayudará a sus hijos a ser emocionalmente competentes. Tienes que enseñar esas habilidades tú mismo: tus hijos no las aprenderán en la escuela.

Y no te preocupes si tu hijo ya ha pasado el jardín de infantes. Puedes enseñar esas habilidades en cualquier momento, pero es importante darles a los niños la oportunidad de practicar el uso de sus habilidades de primera mano.

Cómo enseñar a los niños habilidades emocionales y sociales

En el libro «13 cosas que los padres mentalmente fuertes no hacen», describen ejercicios específicos que enseñan a los niños de todas las edades cómo manejar sus emociones y mejorar sus habilidades sociales. Con la práctica regular, los niños pueden desarrollar el músculo mental que necesitan para alcanzar su mayor potencial.

Aquí hay algunas estrategias simples que pueden ayudar a tu hijo a comenzar a ganar competencia emocional:

  • Etiqueta los sentimientos de tu hijo.  Di cosas como «Parece que se siente triste hoy» o «Puedo decir que está enojado en este momento». Eventualmente, tu hijo aprenderá a verbalizar sus sentimientos por sí mismo.
  • Valida los sentimientos de tu hijo.  Resiste el impulso de decir cosas como «Cálmate, no es gran cosa». En su lugar, di: «Sé que estás realmente molesto en este momento». Independientemente de si crees que tu respuesta emocional no guarda proporción con la situación, enséñale a tu hijo que está bien tener sentimientos intensos.
  • Haz caras de empatía. Di: «Pon una cara que me muestre cómo se sintió ese muchacho cuando lo golpeas». Cuando tu hijo hace una cara triste o enojada, en realidad experimentará esa emoción por un momento. Y desarrollará más empatía, que es un ingrediente clave en el éxito social.
  • Deja que thijo experimente emociones incómodas.  Es saludable sentirte aburrido, enojado, asustado o solitario a veces. Enseña estrategias de afrontamiento saludables para lidiar con la incomodidad y capacita a tus hijos mientras practican. Con tu apoyo, pueden aprender que las emociones incómodas son tolerables.
  • Corrije el comportamiento, no la emoción.  Deja en claro que los sentimientos de enojo están bien, pero que el comportamiento agresivo no. Y enséñale a tu hijo que está bien sentirse triste pero gritar con todas sus fuerzas en la tienda de comestibles no está bien. Usa la disciplina que enseña mejores formas de lidiar con las emociones.

Incorpora la construcción de habilidades a tu vida diaria

Ya sea que tu hijo tenga cuatro o 14 años, convierte el entrenamiento de la fuerza mental en parte de su vida diaria. Al convertirlo en una actividad familiar, también agudizarás sus habilidades (o quizás aprenderá otras nuevas para ti). Y le darás a tu hijo las herramientas que necesita para alcanzar su mayor potencial.